Por: Alejandra Anguiano
Cuantas veces hemos escuchado la palabra empoderamiento, como la cura, la medicina, el remedio para los males, no esta mal, pero de forma personal considero que las mujeres estamos luchando por la emancipación y la autonomía desde los parámetros políticos, socioeconómicos, culturales y coyunturales que enfrentamos todos los días, para consolidarlo no podemos medirnos con la regla, las mujeres michoacanas somos diferentes de metro cuadrado en metro cuadrado, nuestras costumbres, nuestras historias, nuestras vidas, nuestros sentires, nuestros pensares. Idealizarnos en un solo concepto seria un desperdicio para la diversidad de contextos e historias por las que atravesamos, tenemos muchos en comunes entre ellos es la lucha por la libertad idea que hemos construido a partir de nuestra propia historia, sueño y experiencia de lo que es la anhelada libertad.
Hoy las mujeres después de años de lucha estamos contando de viva voz la historia que queremos para nosotras, para nuestras hijas, para sus hijas y lo que hubiesen querido contar las abuelas, las ancestras.
Hay muchas historias que retractan la lucha histórica por la apropiación de nuestras vidas, por el reconocimiento de nuestros derechos, porque sea para las que vienen lo que no fue para las que ya no están.
Cada que nos veo reunirnos, organizarnos, se me pone la piel chinita de pensar como hemos consolidado una red para el fortalecimiento de la vida publica de nuestro Estado, esta red es la más grande, la más poderosa, esa red podría ser invisible para algunas personas, pero basta con poner atención y la observamos cuando nos cuidamos, en nuestros grupos seguros, en los consejos, en el apapacho, cuando apoyamos a la de alado, cuando hacemos barrio, cuando decidimos defender y alzar la voz por alguna, las mujeres hoy contamos historias de victoria que contienen relatos de las heridas que nos costaron, hoy celebramos como una fiesta nuestras vidas, las mujeres no somos solo victimas de la historia del mundo, las mujeres somos ejemplo de resiliencia, del florecer, de un nuevo comienzo, proponemos una nueva forma ver y de habitar el mundo desde el respeto, la tolerancia, el amor, la lucha, la libertad y la autonomía.
Reconciliemos la causa, abracémonos a todas con nuestra diversidad, diferencias y en comunes.
Consolidemos la noble causa de un nuevo Michoacán donde construyamos el futuro de la transformación de la vida de las mujeres en el ámbito privado y público, consolidemos esta alianza por el derecho a decidir, el derecho a la elección, a la libertad, al respeto, a la dignidad, la autonomía sobre nuestros cuerpos, sobre la toma de decisiones, sobre lo que soñamos ser, hoy más que nunca, unidas todas para escribimos la historia que queremos para nuestro Estado, un Michoacán lleno de igualdad, reconciliación y paz. A todas las mariposas del mundo, larga vida, vuelos de lucha y victoria.
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