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por | Abr 2, 2023 | Juan Miguel Camacho Sánchez

Juan Miguel Camacho Sánchez

El pasado 18 de marzo, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador celebró el 85 aniversario de la expropiación petrolera. Además de la celebración, el presidente convocó a una marcha en la Ciudad de México, en la cual quedó nuevamente confirmada la absoluta confianza y lealtad del pueblo mexicano en el mandatario. Los simpatizantes de López Obrador arribaron de todos los rincones de la república, y lo que se respiraba en el ambiente era un verdadero sentimiento de celebración, de fiesta. Para algunos fue imposible llegar hasta el Zócalo, que estaba por demás abarrotado, teniendo que escuchar el discurso del presidente desde las calles aledañas. El acto oficial daría comienzo a las cinco de la tarde, con la intervención de la Ing. Norma Roció Nalhe García, Secretaria de Energía, quien nos recordó cómo en las anteriores administraciones, se insistió en el consumo de combustibles extranjeros, y se aseguraba que nuestras fuentes de hidrocarburos no eran rentables, ni teníamos la capacidad de explotarlas. Esas aseveraciones que fueron desmentidas con la actual administración, que hoy tiene en marcha una de las refinerías más modernas del mundo y que sigue rompiendo records en números de extracción petrolera. Posteriormente se contó con la participación del Ing. Octavio Romero Oropeza, Director de Pemex, quien explicó cómo nos encontramos en camino a la autosuficiencia energética.

El discurso del Presidente López Obrador, que comenzó poco más de media hora después del inicio del acto, tendría una personalidad asentada en referencias históricas, y sin tapujos aseveró la innegable semejanza del momento histórico en la transición política de nuestro país, a la de la sucesión presidencial del Presidente Lázaro Cárdenas del Rio. El presidente López Obrador reflexionó sobre lo que muchos de los historiadores de la historia moderna de México consideran como el punto de inflexión que determinó el rumbo del país. Fue el presidente Manuel Ávila Camacho, quien apadrinaría lo que por más de 70 años fueron las prácticas de gobierno; corrupción, autoritarismo, deterioro y anulación de derechos de los trabajadores, abandono al campo, represión a movimientos sociales, y privatización de los recursos naturales y las tecnologías. Algunos analistas de la historia aseguran que el escenario geopolítico de aquel entonces, estaba caracterizado por una tendencia imperialista, lo que impidió al presidente Cárdenas del Rio, dar el espaldarazo a su compatriota y camarada michoacano Francisco J. Mújica, un político considerado de extrema izquierda, temiendo que la llegada de un presidente de Izquierda convirtiera a México en nuevo blanco del movimiento imperialista. Por tal razón fue la llegada de Ávila Camacho, y la historia del país a partir de este presidente habla por sí misma.

El discurso del Presidente López Obrador quedará perpetuado en la historia del país, y en la memoria de presídium del acto, donde se encontraba la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del mandatario, el gabinete presidencial, y quienes el mismo presidente ha denominado como las “corcholatas”; la Dra. Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores y Adán Augusto López, Secretario de Gobierno. “No habrá zigzagueos”, fueron las palabras del Presidente López Obrador, la próxima presidenta o presidente de México, será de izquierda, o no será. No se cometerá el error de hace 83 años, no puede haber cambio de estrategia, la cuarta transformación solo tendrá continuidad en un movimiento que sea orientado al beneficio del pueblo.

Para poder caracterizar el perfil político de las “corcholatas”, es necesario remontarnos al origen político de cada uno de los candidatos. En el caso de Marcelo Ebrard, debemos ir al periodo salinista, periodo de cumbre y de quiebre de Manuel Camacho Solís, fiel amigo y colaborador del presidente de ese periodo. Camacho Solís es el mentor político de Marcelo Ebrard, en lo que originalmente se conocía como una tendencia política de centro (en cuanto a su conceptualización filosófico-política), aunque en los resultados de los gobiernos del PRI, se observaron políticas de privatización y pérdida de derechos laborales, represión y corrupción, tendencias más bien propias de la corriente neoliberal. Para el año 2012, Ebrard y López Obrador se encontraron en la disputa por la candidatura presidencial por el PRD, siendo López Obrador quien resultaría favorecido. Marcelo Ebrard aparentemente asumiría el resultado, sin dejar de mencionar que acataba el resultado porque una izquierda dividida no favorecía a nadie. Para 2018, ya en MORENA, nuevamente López Obrador, fue quien ganó la encuesta. Es cierto que Ebrard ha permanecido al lado de López Obrador desde hace poco más de 20 años, y que de cierto modo ha acompañado su trayectoria, formando hoy día parte de su gabinete. No obstante ha sido también rival y competencia del propio López Obrador. Ebrard asume la presidencia de la ciudad de México en 2006, teniendo una calificación aceptable, aunque cabe mencionar que se trataba de la continuidad de un proyecto iniciado por López Obrador, y que desafortunadamente para Ebrard, también se recuerda por las irregularidades en la construcción de una línea de metro, qué, asoma tintes de corrupción más cercanas a las de las obras de administraciones priistas. Recientemente, ya en una clara declaración de guerra por la candidatura a la presidencia en el partido de MORENA, Ebrard, ha declarado que él sabe cómo gobernar, que él cuenta con las capacidades para ser presidente del país. Aunque Ebrard ha estado al lado de obrador, es innegable su tendencia a una visión de desarrollo con políticas destinadas a favorecer la industria, a los monopolios y a las corporaciones, el mismo se ha adjudicado la atracción de la empresa TESLA y su llegada al estado de Nuevo León, una negociación que fue intervenida por el Presidente López Obrador, quien personalmente solicitó al dueño de la empresa, que la instalación fuera ubicada en el sureste del País, señalando además la problemática de desabasto de agua del estado de Nuevo León, a pesar de esto, la empresa será instalada en ese estado, y adicionalmente provocó, que el propio presidente tuviera que comentar en una mañanera, que el dueño de TESLA, Elon Musk, le habría solicitado un subsidio para la construcción de una fábrica de baterías, petición que fue rotundamente negada.

Por otro lado, y me aventuro a decir, que en el lado izquierdo, nos encontramos con Sheinbaum Pardo y con López Hernández. López Hernández, representa al hermano mayor del presidente Obrador. López Hernández tuvo momentos importantes en las ocasiones que tuvo que estar a cargo de la mañanera. Indudablemente es una persona fiel al presidente López Obrador, sin embargo, no cuenta con la popularidad que Claudia Sheinbaum ha ido adquiriendo en los últimos años. Sheinbaum se incorpora al gabinete de López Obrador en el año 2000 como secretaria del Medio Ambiente, para entonces, contaba ya con una trayectoria en las filas del PRD, además de formación científica en el área de energías renovables. Los padres de Claudia Sheinbaum, Carlos Sheinbaum Yoselevitz, (que fue miembro activo del partido comunista mexicano), y Annie Pardo Cemo, formaron parte del movimiento estudiantil del 68, que abogaba por los derechos de los trabajadores y de los estudiantes. Sheinbaum acompaña desde entonces a López Obrador, quien indudablemente estaba al tanto del potencial de la Dra. Para el año 2006 lideró proyectos como el segundo piso del periférico de la ciudad de México, y para el año 2017 ya era coordinadora de MORENA de la ciudad de México. Incluso en la formación académica, que suele tener recelos en que el trabajo de investigación llegue a politizarse, el enfoque del trabajo de tesis de licenciatura de Sheinbaum Pardo estaba dirigido a beneficiar a los habitantes de las comunidades rurales, con la generación de un instructivo para la construcción de estufas que representaban una alternativa a personas en situación de vulnerabilidad, además de ser también alternativa al cuidado del medio ambiente. Para el año 2018, Sheinbaum continúa trabajando en la asesoría de estudiantes en formación científica y además se convierte en la primera mujer en ser Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Su llegada simultánea a la 4T sincronizó una administración exitosa, que ha sido si acaso tintada por las sospechosas incidencias en el metro de la ciudad de México, de los que hay indicios claros de acciones de sabotaje. En repetidas entrevistas encontramos a Sheinbaum Pardo reiterando que el desarrollo social que ella busca, no está sujeto al sacrificio del Bienestar de la población y el medio ambiente, en su discurso de toma de protesta para la jefatura de la ciudad de México, recalcó la necesidad de una planeación minuciosa en la que la inversión, la obra pública y el verdadero desarrollo solo sería posible si este representara una garantía a las necesidades y beneficio de los ciudadanos. En una de sus últimas declaraciones, la Jefa de Gobierno ha declarado que se encuentra abierta a invitar a su gabinete a los otros candidatos, en caso de que ella resulte como la ganadora, a lo que en su caso Ebrard respondió con fotos de la celebración con Samuel García por la llegada de TESLA a Nuevo León.

Sí debemos interpretar el mensaje del Presidente López Obrador, la única izquierda verdadera que puede dar continuidad a la cuarta transformación, es aquella que proviene de una persona realmente cimentada en la izquierda, y alguien genuinamente así es Claudia Sheinbaum.

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