Puesto que la aspirante a coordinar el Comité de Defensa de la Cuarta Transformación visitará este jueves 27 de julio la comunidad de Cheranástico, en la Meseta Purépecha, haremos una breve pausa en esta serie de breves reseñas a propósito de cómo el proyecto de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo embona y representa a la perfección con los Principios en que se fundamenta la Nueva Escuela Mexicana (NEM).

Cabe recordar que Sheinbaum Pardo trabajó por espacio de tres años en dicha comunidad del estado de Michoacán educando, fomentando y asesorando a los pobladores, en la construcción de estufas de leña.

El proyecto de construcción y fomento de estufas de leña formó parte de una iniciativa de la Facultad de Ciencias de la UNAM, en la época en que la doctora estudiaba Física en dicha institución. El trabajo estuvo orientado a la capacitación y construcción de estufas que, utilizando leña como combustible, fueran más eficientes energética y ambientalmente.

Como científica que es, Claudia Sheinbaum, junto con un equipo multidisciplinario de jóvenes entusiastas de su generación, investigó, analizó y comprendió las condiciones socio-culturales y económicas de la comunidad. Pensando siempre en que la ciencia debe ser aplicada para bienestar de la población, y teniendo como foco de ese beneficio principalmente a las mujeres de Cheranástico, el proyecto implicó la observación de las prácticas, administración y el uso de los recursos en la cocina, espacio femenino por excelencia.

Dicha observación y análisis, derivó en una propuesta que, a la vez que fomentara el uso de la tecnología, no interfiriera con la sociabilización cotidiana ni se interpusiera con las prácticas y creencias tradicionales, respetando la cultura local pero sí con una intención modernizadora.

El proyecto de las estufas de leña implicó una serie de mediciones que requerían tiempo de estancia en la comunidad, por lo que la doctora prácticamente vivió, compartió y departió en Cheranástico durante gran parte de esos 3 años, volviendo espaciadamente a Ciudad de México para analizar y sistematizar los datos. Principalmente se tenían en cuenta los porcentajes y cantidades de leña que se utilizaban en el fogón, con el diseño y la implementación de una estufa específica, lo que se logró fue que la eficiencia de la leña fuera significativamente más elevada.

Esto, que parece baladí, en realidad trae tras de sí una serie de cambios y mejoras que en el mediano y largo plazo han contribuido a mejorar la calidad de vida de los pobladores de la comunidad, y en específico de las mujeres, puesto que la puesta en marcha de dicho proyecto, redujo el consumo de leña per capita, contribuyendo con ello a la conservación de los bosques que rodean el pueblo; mejoró la salud de las mujeres al implementarse conductos de disipación del humo generado por la combustión y, al eficientarlas, es decir, generar más con menos, reducir el tiempo de preparación de alimentos, con lo que se contribuyó en la ampliación del tiempo libre y de esparcimiento de las mujeres.

En palabras de la propia Claudia Sheinbaum, fue un proyecto que contribuyó en mejorar, en conocer y reconocer los derechos de las mujeres, los derechos del bosque, los derechos de la naturaleza, pero, sobre todo, por el bienestar de la gente. Valgan estas palabras para reconocer el compromiso social que desde siempre ha caracterizado el carácter y el trabajo de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, pero sobre todo para entender cómo es que la ciencia y la tecnología pueden traer bienestar a la población y no solo son estrategias mercantiles o de lucro económico. Sea bienvenida candidata, de nuevo a nuestro estado.