Víctor Manuel Pérez Talavera

El modelo de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), comprende una serie de medidas aplicables al sistema educativo en su conjunto, desde la educación inicial hasta la educación superior, pasando por la educación comunitaria, la formación docente y la educación para los adultos.

Otro elemento importante de la NEM, es que considera a estos niveles educativas (preescolar, primaria, secundaria y media superior, por ejemplo) inmersos en una dinámica de educación continua, es decir, se vincula cada nivel con su anterior y posterior inmediato, con el objetivo de que la transición para los estudiantes entre los distintos niveles sea lo menos compleja y/o traumática posible, privilegiando ante todo a la persona, su dignidad y sus habilidades socio-emocionales y cognitivas pero nunca despojándola de su dimensión social ni de su rol activo dentro de la comunidad, pueblo, colonia, barrio, municipio, estado y nación al que pertenece.

En este sentido, el modelo de la NEM se basa en 8 principios:

1.- Fomento de la identidad de México

2.- Responsabilidad ciudadana

3.- Honestidad como comportamiento social

4.- Participación en la transformación de la sociedad

5.- Respeto de la dignidad humana

6.- Promoción de la interculturalidad

7.- Promoción de la cultura de la paz

8.- Respeto por la naturaleza y cuidado del medio ambiente

Adicionalmente, la agenda y el proyecto de Claudia Sheinbaum incorpora algunos elementos que serán de suma importancia en su proyecto educativo, entre ellos encontramos el de la Revolución de las conciencias y la Perspectiva de género. Puesto que esto dos últimos se estiman importantes dado el proyecto humanista, transformador y defensor de la educación pública que la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México siempre ha ondeado como algunas de sus principales banderas.

Lo que se pretende con esta serie de artículos es acercar el proyecto de la Dra. Sheinbaum con los 8 principios de la NEM, pues debido a su formación profesional y a su trayectoria como científica e investigadora, el aspecto educativo de su plataforma deberá generar sinergias con el nuevo modelo educativo que está próximo a entrar en vigor.

El primero de los principios pedagógicos en que se sustenta la NEM es el Impulso de la identidad con México, este, según el documento La Nueva Escuela Mexicana: principios y orientaciones pedagógicas preparado por la Subsecretaría de Educación Media Superior (2019), propone la convicción de que la NEM “fomenta el amor a la Patria, el aprecio por su cultura, el conocimiento de su historia y el compromiso con los valores plasmados en su Constitución Política”. Puesto que considera a la cultura como un elemento sintetizador del “conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social”, pretende que con pleno conocimiento de esta, alumnas y alumnos, tomen conciencia de sí mismos, se reconozcan como un proyecto inacabado, pongan en cuestión sus propias realizaciones, busquen incansablemente nuevas significaciones, y creen obras que los trasciendan. (UNESCO, 1982).

La Nueva Escuela Mexicana entiende a la Educación como un elemento principal de transformación de la sociedad, no como un aspecto y una característica que comprenda solo un ciclo temporal principalmente durante nuestra juventud, sino que forme parte de la vida entera bajo el concepto de aprender a aprender, la actualización continua, la adaptación a los cambios y el aprendizaje permanente.

Sin embargo, este principio propone una identidad basada en el amor a la Patria. Ante esto, cabría preguntarse como líderes políticos, como candidatos presidenciales, como alumnos y como ciudadanos en general: ¿qué papel jugamos en esta misión? ¿cómo fomentamos la identidad con México desde una plataforma política o desde el estudio de la aritmética, la administración, la física o la química?

Creemos que una parte fundamental de este quehacer radica en el conocimiento de nuestra Historia, así, con mayúscula, esa historia que hacen los profesionales y que está desprovista de filias y de fobias. Una Historia que nuestro presidente conoce como pocos que hayan ocupado el mismo cargo y que, desde luego, la Dra. Sheinbaum ha demostrado conocer e interesarse, porque parte de la continuidad del proyecto de nación de la Cuarta Transformación pasará por comprender esta profundidad de conocimiento sobre los distintos mexicos que existen, una diversidad cultural y una pluralidad de expresiones diversas del espíritu humano que nunca se habían enaltecido y aquilatado tanto como a partir de la administración federal que comenzó en el 2018.

Nos parece que el proyecto de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, deberá reconocer en estos aspectos propuestos por la NEM un marcado paralelismo con la idea de país y de transformación de la vida pública que tiene el Presidente, y que, con vistas a que resulte candidata a la presidencia de la República por el movimiento que ha encabezado esta transformación, debiera dar continuidad, aunque con sello propio como ella misma lo ha expresado.

La nueva presidenta y el movimiento que encabece deberá tener una idea clara de qué es la Patria, pues sin esta claridad no habrá fomento a una supuesta identificación que valga la pena o que tenga alguna utilidad u objetivo, y será pura demagogia, y su proyecto transformador podría ponerse en entredicho.

Nuestra patria, nuestra nación mexicana, nuestra identidad cultural y la idea de una cultura nacional comenzó a germinar “oficialmente” al inicio mismo en que la gesta heroica iniciada por Hidalgo, fue concluida por Guerrero e Iturbide: la Independencia. Una primera transformación que el proyecto encabezado por Sheinbaum Pardo debe entender como antecedente, del cual la NEM dará cuenta en su modelo, y será un importante vínculo entre esta y la continuidad y profundización de la cuarta transformación.