Por Víctor Manuel Pérez Talavera

En semanas pasadas se ha puesto en boga el tema de los nuevos libros de texto gratuitos que la SEP preparó para el inicio del ciclo escolar que comienza en unos días, especialistas y no especialistas han hablado largamente sobre el tema, y no es nuestra intención ostentarnos con una opinión polémica al respecto.

Más bien, aprovecharemos esta coyuntura para hablar de uno de los aspectos más importantes sobre los principios en que se fundamenta el proyecto reformador y transformador que platea la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y de cómo este está en consonancia con lo expuesto por la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo en sus propuestas de continuación de la 4T.

El debate de una parte importante de los medios de comunicación tradicionales, ha querido dirigir la opinión de su audiencia recalcando exponencialmente las erratas que los libros traen, pero más aún, sin ser especialistas en el tema, se han atrevido a opinar sobre la didáctica y los contenidos de los libros, “analizándolos”. Concluyendo que contienen la semilla de un virus que se creía erradicado, el virus del comunismo, y que difunden ideología de género, entre otras linduras que solo denotan la supina ignorancia que tienen al confundir conceptos, metodologías y contenidos.

Uno de los aspectos que ha estado más expuesto, es un cuento escrito por una niña indígena que nos explica, desde su visión y a través del particular uso del lenguaje en que está escrito, cuáles son los instrumentos socio-culturales naturalizados en nuestra sociedad que reproducen, legitiman y normalizan la discriminación y el racismo. Un lenguaje que escapa a la normatividad que la televisión ha reproducido y tratado de implantar con sus modelos culturales y de belleza estancos, que no corresponden a la realidad sociocultural multidiversa de nuestro país.

Justamente para combatir esa principio de polarización y desigualdad en México, la NEM propone que desde la educación —sobre todo la impartida por el Estado en todos los niveles— se puede y se debe cambiar, para ello propone la revalorización y el uso de las humanidades en su dimensión más amplia para imprimir en los alumnos, los nuevos ciudadanos de nuestro futuro inmediato, un conciencia social en la cual la promoción de la interculturalidad y su reconocimiento sean pieza clave del cambio que se plantea desde la escuela, y tengan las herramientas para identificar discursos de odio que son disfrazados de reclamo ciudadano, como los vergonzosos casos que la semana pasada protagonizaron presentadores de noticias de Tv Azteca.

La Nueva Escuela Mexicana fomenta la comprensión y el aprecio por la diversidad cultural y lingüística, así como el diálogo y el intercambio intercultural sobre una base de equidad y respeto mutuo, cada uno de estos aspectos, que están presentes en los nuevos libros de texto gratuitos, corresponden a un cambio de paradigma, orientación y rumbo en el modelo transformador que pregona y es bandera de la 4T.

La Dra. Claudia Sheinbaum, en su compromiso con el cambio que representa la cuarta transformación de la vida pública de México, encarna, encara y le da voz a los postulados y retos que plantea la interculturalidad. Lo demuestra todos los días en sus distintos eventos por todo el país, lo demostró hace un par de semanas en nuestro estado en la comunidad de Cheranástico. Su vena científica, su vocación académica y su cercanía con las aulas de clases son ya una prueba de que ningún político o política en México está capacitada para entender y afrontar el reto de la renovación educativa de nuestro país.

Un compromiso que irá de la mano con la NEM y que refuerza la idea de revolucionar las conciencias, pues como ella misma lo ha declarado: “Queremos que el acceso a la cultura y el arte sea un derecho. México necesita más científicos, más ingenieros, pero también más poetas, escritores, filósofos e historiadores”, en donde se respeten los distintos mexicos que coexisten en un mismo espacio nacional, un México que además sea receptivo y sensible con la diferencia, con el otro, un país que respete la interculturalidad.