Por: Arq. Francisco Martínez Manríquez

Si queremos plantear un futuro correcto para nuestro abastecimiento energético, es decir, tomar como modelo un consumo de recursos que sea sostenible para el ser humano y el medio ambiente, alcanzar los objetivos de productividad ecológica y económica, reducir el agotamiento de los suministros convencionales, evitar los desajustes geopolíticos relacionados con la posesión y transmisión de los recursos fósiles, evitar las manipulaciones exteriores provocadas por la dependencia de tales recursos , etc., lo que hace necesario considerar dos condiciones sumamente importantes que ayudarán a evitar decisiones equivocadas en un contexto del cambio climático y la próxima realización de un mercado progresivamente integrado de la energía.

Las fuentes de energía alternativa, actualmente han sido soluciones viables y necesarias para prevenir y mitigar las consecuencias que trae consigo el Cambio Climático, ya que actualmente se tienen resultados de este fenómeno como los altos niveles de temperatura y lluvias atípicas, problema que a la mayoría de la población afecta. Por ello la necesidad de desarrollar e instrumentar proyectos, como la generación de energía eléctrica a través de fuentes renovables (Eólica, Solar o Biomasa, entre otras) resultando como objetivo, la tarea de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en sectores estratégicos con beneficios importantes como la eficiencia energética, la competitividad industrial y el cuidado al Medio Ambiente.

Una energía o fuente alternativa, es aquella que puede suplir a las energías o fuentes energéticas actuales, ya sea por su menor efecto contaminante, o fundamentalmente por su posibilidad de renovación.

El consumo de energía es uno de los grandes medidores del progreso y bienestar de una sociedad. El concepto de crisis energética aparece cuando las fuentes de energía de las que se abastece la sociedad se agotan. Un modelo económico como el actual, cuyo funcionamiento depende de un continuo crecimiento, exige también una demanda igualmente creciente de energía. Puesto que las fuentes de energía fósil y nuclear son finitas, es inevitable que en un determinado momento la demanda no pueda ser abastecida y todo el sistema colapse, salvo que se descubran y desarrollen otros nuevos métodos para obtener energía: éstas serían las energías alternativas.

Las fuentes renovables de energía se basan en los flujos y ciclos naturales del planeta. Son aquellas que se regeneran y son tan abundantes que perdurarán por cientos o miles de años, las usemos o no; además, aprovechadas con responsabilidad no destruyen el medio ambiente. La electricidad, calefacción o refrigeración generados por las fuentes de energías renovables, consisten en el aprovechamiento de los recursos naturales como el sol, el viento, los residuos agrícolas u orgánicos.

Incrementar la participación de las energías renovables, asegura una generación de electricidad sostenible a largo plazo, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono además de ofrecer oportunidades de empleo en zonas rurales y urbanas y promover el desarrollo de tecnologías locales.

Para avanzar en el cumplimiento de los compromisos globales en la Agenda 2030 en este aspecto y sobre todo, para disminuir las emisiones de gases del efecto invernadero, se debe actuar en en la creación de políticas energéticas y de transporte. Acciones ambiciosas, que luchen contra el cambio climático y que esté a favor de la innovación y de los cambios estructurales, conduciendo a sistemas de producción más eficaces. Actuar globalmente, ya que el cambio climático es un fenómeno global y corresponde a todas las naciones, elaborar soluciones técnicas eficientes, como las energías renovables, la reforestación, entre otras, crear un nuevo modelo de desarrollo exportable que permita la aplicación de los mecanismos de flexibilidad, como el desarrollo limpio.

En nuestro país y específicamente la Ciudad de México, en el gobierno de la Dra.Claudia Sheinbaum, construye la planta Solar más grande del mundo dentro de una ciudad, en la Central de abastos (CEDA), el proyecto va a mostrar al mundo la factibilidad de utilizar estos espacios para poder generar energía eléctrica a partir de la energía solar.

La planta solar que se localiza en la Central de Abasto de la Ciudad de México contará con 36 mil módulos fotovoltaicos. Se estima que, en materia ambiental, “se van a evitar 12 mil 400 toneladas de dióxido de carbono (CO2)”. Este tipo de proyectos integrales en la zona, significarán un ahorro anual de 3.5 millones de pesos en consumo eléctrico. Así mismo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pagará a la Central de Abastos una renta de un millón 600 mil pesos al año por la utilización de techumbres, recursos que servirán para el mantenimiento de la central.

La Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, señala que ante este gran proyecto que viene a innovar en la producción de electricidad en una ciudad y que además viene a fortalecer la soberanía energética, porque es una planta solar de la Comisión Federal de Electricidad, beneficia a la Central de Abastos, a los habitantes de la ciudad y contribuye a la mejora del medio ambiente