Por Javier Irepan Hacha

Analizar programas educativos exitosos, nos lleva siempre a reconocer las ideas que dieron origen y forma a los mismos, a saber que la apertura de un gobierno, bien puede ser medida en función de la capacidad que tiene de romper con las inercias de tantos años, de intentar nuevas formas de realizar el acto educativo, de reconocer que la sociedad tiene una dinámica y que ese ritmo habrá de tenerlo cada sector y de manera muy particular el educativo.

Y no lo digo sólo en el sentido de entender lo educativo como una forma de formar recursos humanos para el sistema productivo, que sin lugar a dudas es necesario, pero no es la principal función del sistema educativo, no por lo menos en lógicas de pensamiento más avanzadas, pues resulta de mayor trascendencia la atención de lo educativo, para la construcción de ciudadanía, de hacer de la convivencia social, en centro de atención de la educación.

De esta manera, contar con un verdadero sistema educativo nacional, nos lleva a pensar la urgente necesidad de contar con gobiernos cada vez más sensibles por entender la educación como la herramienta fundamental de las sociedades, para fincar el desarrollo armónico, social, económico, cultural, etc., y no sólo como el sentido común lo dicta, sino como un verdadero compromiso de transformación equitativa.

Destaca en este sentido la CDMX, en donde dos programas que se han impulsado desde el gobierno de la Dra. Claudia Sheimbaum Pardo en la capital del país, han logrado tener impactos positivos importantes en la forma de entender y atender lo educativo, en primer lugar  señalamos en programa denominado, maestr@ en tu casa, que en un inicio, surgió como una forma de atender lo que comúnmente conocemos como rezago educativo, es decir que atiende a las personas que no saben leer y escribir, así como a las personas que no han logrado concluir la primaria, secundaria o bachillerato.

La idea principal de este programa, es buscar la certificación de las personas en su formación básica, donde se puede contar con la atención educativa con clases totalmente gratuitas y en horarios flexibles, la parte más importante del programa, es que ofrece una preparación integral, porque forma no sólo en habilidades laborales, sino que también incorpora la alfabetización digital y la formación en valores.

Otro programa importante a destacar es el denominado SaludArte, el cual atiende a niños inscritos en educación básica y les otorga conocimientos para el cuidado de la salud y la alimentación, además mediante talleres de activación, cuidado del entorno, teatro, danza, artes plásticas y otras actividades recreativas y culturales, promueven el autocuidado de la salud y la relación positiva con el entorno.

Demostrando con ello, que tener un modelo educativo bien pensado, nos lleva necesariamente a tener programas educativos exitosos, y que estos son producto necesariamente de ideas novedosas impulsadas por gobiernos de apertura, que niegan entrada a la ocurrencia y la improvisación.